Cuando camino por
la ciudad, escucho los ecos de tu voz, y siento que mi corazón no va aguantar,
suspiro y hay un dolor difícil de explicar. Tomo aire y sigo procurando ignorar
cualquier tipo de encuentro con algún recuerdo que me haga dudar.
Miro la luna llena, mientras se torna azul. Así como el color de las
paredes que fueron testigos oculares de aquel momento, en que tomaste mi mano y
escribiste un te amo.
Nunca más sentí el deseo de decirles a todos sobre lo nuestro. El
suspenso se apagó y ahora lo demás no es más que una trágica película donde
compartimos bandos opuestos.
Busco alguna mirada que active una conexión directo al corazón, que me
llene de química pura y exponga ante mis ojos esa sensación de mariposas en el
interior.
Escucho Love me Tender, pero parece que
ni Elvis puede sustituir aquel día en que me acorralaste para cantarme que te
amara dulcemente.
Por eso si bien las primeras veces siempre llegan, es la primera después
del final la que nos refresca lo lindo que es amar, pero lo doloroso que se
siente cuando no queda otra cosa más que recordar.
"... I wonder if you’re lonesome tonight ... And if you won’t come back to me Then they can bring the curtain down... "