Datos personales

domingo, 15 de abril de 2012

Una ultima canción

Cuando camino por la ciudad, escucho los ecos de tu voz, y siento que mi corazón no va aguantar, suspiro y hay un dolor difícil de explicar. Tomo aire y sigo procurando ignorar cualquier tipo de encuentro con algún recuerdo que me haga dudar.

Miro la luna llena, mientras se torna azul. Así como el color de las paredes que fueron testigos oculares de aquel momento, en que tomaste mi mano y escribiste un te amo.

Nunca más sentí el deseo de decirles a todos sobre lo nuestro. El suspenso se apagó y ahora lo demás no es más que una trágica película donde compartimos bandos opuestos.  

Busco alguna mirada que active una conexión directo al corazón, que me llene de química pura y exponga ante mis ojos esa sensación de mariposas en el interior.

Escucho Love me Tender, pero parece que ni Elvis puede sustituir aquel día en que me acorralaste para cantarme que te amara dulcemente.

Por eso si bien las primeras veces siempre llegan, es la primera después del final la que nos refresca lo lindo que es amar, pero lo doloroso que se siente cuando no queda otra cosa más que recordar. 


"... I wonder if you’re lonesome tonight ... And if you won’t come back to me Then they can bring the  curtain down... "


miércoles, 28 de marzo de 2012

Ilusas Ideas

A través de la historia los seres humanos sufrimos infinidad de situaciones, las que eventualmente se tornan en motivos de celebres festejos con muestras de felicidad. Un claro ejemplo de patriotismo ante una guerra o la unión ante una catástrofe.

Con el pasar del tiempo, las personas a nivel individual, dejamos de buscar la paz mundial, para enfocarnos en un sinfín de preguntas que cuestionan los detonantes del sufrimiento personal.

No dedico horas extensas a meditar buscando mi equilibrio espiritual pero hoy solo hace  falta mirarse al espejo y luego por la ventana para saborear una pizca del sufrimiento que afuera de nuestras puertas nos persigue como presas del tormento, y que ante nuestro reflejo nos acaparan los deseos banales de vernos mas jóvenes, soñando despiertos para abrir la mente a la desilusión.

Estas son algunas cosas de la interminable lista de situaciones con las que vivimos día a día, siempre estamos atentos a lo externo, desde nuestra coraza hasta lo que sucede masivamente. Pero nunca nos invitamos a recorrer el delicioso mundo interno, el mundo que nadie explora por que se sofoca en un in entendible trecho. Perdemos el control y buscamos justificarnos, decaemos en depresión y siempre buscamos alguien en donde apoyarnos.

Amarnos a nosotros mismos es solo el comienzo, el inicio para emprender un camino hacia nuevos conocimientos, de crecimiento, de equilibrio, de lo que naturalmente nos hace felices. Sonreírse a si mismo es el motor de arranque para sonreírle al mundo, y  un tropiezo es la pausa para tomar aliento.

Desistir en construir nuestros cimientos es como estancarse para siempre en el mundo de los lamentos. Ser feliz debería de ser el punto de origen, para así hacer de la vida un rascacielos, donde los errores son solo pautas que culminen en anhelos para vivirla a pleno. 

Sin embargo, parece que nos hemos cegado en la ilusa idea de seguir viviendo a base de llantos, potenciados por gente sin cerebro que procura vernos seguir sus  pasos llevándonos  siempre al mismo infinito túnel que nos consume en el derroche para alimentar así su ego.  
                       
                          

domingo, 25 de marzo de 2012

Aquí voy de nuevo


No hace muchos años atrás decidí emprender la búsqueda de mi libertad, pero en el camino  me encontré abrumado por la exquisitez de la individualidad.  Encontré en ella lo  que durante mucho tiempo consideraba un volver a empezar, una vida donde la gente no pudiera apuntar con sus índices para señalar los defectos de mi personalidad.
Navegando sin cesar, sorpresivamente divisé en tierra a alguien digno y veraz,  que permanecía al margen de lo que llamamos realidad, que sin sentido para él, para nosotros es cruda y al mismo tiempo la enlazamos con una supuesta felicidad.
Mi intención era solo preguntar, pero mis demandas exigían una explicación, algo para  justificar el motivo de tanta inhibición ante la posibilidad de crecer  y romper con esas ataduras que lo reguardaban a un espacio sombrío, sin  nadie en quien confiar. 
Sus respuestas eran claras, pero el sonido de su vos emanaba poca credibilidad, más aun  pretendía mostrarse orgulloso y con un pecho de acero, preparado para acaparar cualquier tipo de riesgo que lo influenciara a mostrar sensibilidad en aquellos ojos  que se veían tan tristes, que por alguna razón, los escogió  sin darse cuenta que los mismos exponían su punto débil ante la humanidad.
Varias veces desistí y ante el temor, zarpaba nuevamente al sistemático mundo de apariencias y eternas batallas, donde las intenciones  se veían  limitadas a sobrevivir. El día a día  llenaba el resto de mi cuerpo con frialdad, desconfianza, una eternidad de palabras  que se relacionan con la diminuta, pero incesante, lucha por permanecer en mi propio refugio, la  soledad. 
Miles de preguntas tapizando mi cabeza se mezclaban con la esperanza de encontrar un equilibrio, mi obsesión se cegaba en solamente ese hombre, que evitaba mis visitas y mis invitaciones a  este mundo mágico donde todo parce ser perfecto,  donde existe una felicidad colectiva que concluye inesperadamente con un mundo que nos condiciona a hacernos felices a cambio de nuestra libertad.  
El tiempo siguió y las visitas no cesaron, sin embargo cuando me maravillaba con sus descubrimientos,  era yo el que se alejaba por miedo a quererme quedar.  Nunca fuimos amigos, ni nada que nos pudiera amarrar a una relación para compartir ese espacio con la misma intensidad. Era claro que distanciarme de él, nos ahogaba individualmente de nuevo en la depresión y la necesidad.
Un día observando a mi alrededor, me di cuenta que estaba lleno de buenas personas, pero que  por alguna razón solo alimentaban un enojo difícil de explicar, una rabia sujetada a la idea de lo inhumano, de aquello que no era digno de elogios, que de repente convertía mis más grandes anhelos en caminos  falsos y poco llevaderos, mis diminutas angustias se tornaban en minutos  de incomprensibles tormentos, no entendía por que la gente que mas quiero se veía oscura, egoísta y completamente sumergida en un mundo de pesadillas a las que llamaban sueños.
Por lo tanto, decidí anclar de nuevo mi corazón y abandonar el mar de llantos que crece solo ante la tristeza, esa que complementa el mapa de mi vida con malos recuerdos, decepciones y esperanza en aquellos  a quienes , en algún momento,  esperaba tomaran las riendas para dirigir mi senda a ese mundo donde  su felicidad se sustenta en mi locura; solamente por que sus pensamientos califican de cuerdos a los que comparten sus ideas, y de enfermos a los que tomamos nuestro tiempo para velar los dolorosos recuerdos  que algún día fueron buenos.
Al pisar tierra firme, y con una notoria diferencia, el ya mencionado hombre apareció sonriente, con una luz tenue, listo para iluminar mi mente, era como si en el fondo supiera que esta visita era diferente, que esta vez íbamos a ser uno y no más dos indigentes, que mendigaban lo que fuese para llenar vacios sin sentido.
 Basto solo un abrazo para entender que tener como objetivo paz y felicidad no es solo algo que se siente, es una sensación que nos lleva a un espacio de armonía interior, donde la sonrisa, sin duda alguna es única y sincera.
Entendí que fusionando opiniones y pensamientos podemos conectar nuestro corazón y nuestra mente,  que conocernos y entender que sí podemos ser diferentes, que no esta mal ser más sensible de la cuenta  o a veces incoherente, que podemos soñar despiertos,  pero sobre todo que ser felices debería  ser la brújula  que nos oriente,  que las decisiones de la vida deberían ir de la mano  con el equilibrio de nuestro cuerpo, por que tomar un riesgo sin razón, no es mas que aventurarse  a la ignorancia y entregarnos a ser esclavos de las sombras que nos humedecen  en el sufrimiento.
Desearía poder decir que encontrarme conmigo mismo es la clave de la felicidad, acepto que conocerme mejor me da mas seguridad, pero que mejor escudo que ese para afrontar los golpes de la vida que por momentos nos dejan abatidos ante su dura realidad. 

 "...An´here I go again on my own
Goin´dowm the only road I´ve ever known,
Like a drifter I was born to walk alone
An´I´ve made up my mind
I ain´t wsting no more time..."



domingo, 5 de febrero de 2012

Boleto a la realidad

Transportarnos por obligación, a veces se torna una necesidad. Al hablar sobre transportar no me refiero necesariamente tomar un avión y medio continente cruzar, mucho menos tomar un taxi para llegar a un destino en particular.

Acá me voy a referir a la mente como la forma de viajar más intensa, recurrente y por que no peligrosa. La mente puede acelerarnos de maneras muy extrañas, llevándonos a decisiones que hoy nos forman como las personas que somos. La misma puede hacer que nuestro cuerpo este en un lugar a miles de kilómetros de distancia pero mantener nuestra cabeza y corazón en otro, nos puede llevar a un mundo de fantasía inexistente para todos, pero para el que a uno es un lugar privilegiado donde el planeta mente crea nuestra verdadera realidad, que nos hace entender las cosas que no comprendemos en este mundo loco del cual somos presos de un día a día difícil de llevar.

La mente colabora a mantenernos cuerdos ante la sociedad o más bien suciedad que empolvan nuestra creatividad, propia voluntad e incluso una expresión de libertad. La lista sigue en un infinidad de lugares donde podemos ir, desde falsos engaños, incomparables encantos, eternas tristezas y todo eso que hasta cierto punto son la rutina interminable que suelen sucumbir en la muerte, transfiriéndonos a un después que hoy solo proyecta la compañía de preguntas y puntos suspensivos, para algunos un después incoherente.

Curiosamente es cuando hay una conexión mental que charlar con nosotros mismos se torna una real terapia con el inconsciente en compañía del subconsciente mismo, pareja que forma parte de nosotros por estar en una misma envoltura, pero en definitiva la sensación es muy ajena a una charla interpersonal.

¿Cuál es la clave de la felicidad? ¿De que se trata la vida?... hay un infinito de preguntas, preguntas que son disparadas al espacio exterior, preguntas que viajan a otras galaxias buscando una respuesta que nos guíe mejor. A mi criterio las respuestas están en una profunda implosión, intentando explotar al máximo ese infinito interno que nos limita a un eterno planteo que termina en signo de interrogación.

Tiempo atrás Einstein sugirió que si utilizáramos un 10% del cerebro, lograríamos cosas inimaginables. Una persona con muerte cerebral utiliza un poco más que ese porcentaje y no puede usar sus capacidades propias. Utilizar un porcentaje mas elevado de nuestro cerebro, nos entrena para llevar nuestros conocimientos a un entrenamiento mental con resultados potenciados, ese era el verdadero secreto del científico que muchos llamaron loco.

Un mundo de locura, limitado a equilibrar la balanza para no perdernos en lo que el sistema llama cordura, de ahí surge la confusión con respecto a mis deseos en esta vida. Fue el uso de un mayor porcentaje el que llevó a alguien a construir un subterráneo, a elaborar pruebas para volar alto, o a ese que logró ver un autobús como algo de uso diario.

Viajar por los aires, sobre y debajo, soportar olores fecales, a sudor y algunos indistinguibles por el olfato, incomodad entre los empleados que se dirigen a sus trabajos. Es en esos casos donde mi inconciente viaja no solo en un sentido figurado, también despega mis neuronas a un mundo de tolerancia, donde físicamente soy el único humano.

Irónicamente no puedo parar de pensar en algo que me esta abrumando y si no es el caso, estoy seguro al de al lado algo le estará pasando. Mirar una expresión de cansancio, o algún par de ojos un tanto exaltados, lagrimas conteniéndose, o una sonrisa sin motivo para los que estamos al tanto.

No importa el medio de transporte, si es la mente o algo creado por el hombre, sé que el viaje nunca tiene sentido doble, mi cabeza viajara en dirección uniforme, sin embargo en el regreso es probable que el destino sea otro, uno que hasta que no exista no tiene nombre.

Esta es mi manera de viajar, usando mi mente, soñar, imaginar. Que el mundo no logre su objetivo, dominarnos en su totalidad. Todavía hay un espacio al que nos podemos transportar, algunas veces puede ser mas triste, otras un momento para disfrutar. Es nuestra mente la que nos enseña nuestra propia realidad, nunca nadie la va a visitar, mas la llave a ese mundo hace que seas el unico que pueda entrar.

by Rafael Eduardo Rodríguez Bolaños

"Se viaja no para buscar el destino sino para huir de donde se parte.”
Miguel de Unamuno (1864-1936) Filósofo y escritor español


martes, 24 de enero de 2012

Muchacho de la marginación


Separarme de las personas, solo e incomunicado, purificarme tal cual un religioso decide ayunar, no son cosas que me ayudan a crecer o a mi vida reconsiderar.

Aislamiento de la realidad, disminuyen mi capacidad cerebral, pero aceleran mi corazon en cada palpitar, cuando estoy solo y recuerdo que no hay nadie que me pueda salvar.

Distancia, para evitar indeseados acercamientos, y asi arrancar a llamarlos recuerdos. Esos que en mi cabeza son solo encierros sociales sin neesidad de suplicar, alegrias poco trasparentes que sonrien para evitar junto a vos la indeseada comodidad.

Desconecto mi mente, al pensar que necesito tus refuerzos. Me quedo sin aliento al pensar que sos el motor de mis anhelos, mas no sos la persona que llena esas huecos.

Junto a ti sonrio todo el tiempo, pero separados cuando lloro me doy cuenta que en realidad estas muy lejos.

Niños juguetones y mujeres aventureras, escondidas en rejas pensando estar en la misma vereda. Uno y dos no saben que el tres esta demas, y que es ahi cuando al cuarto necesito encontrar.

Separarme, aislarme, ditanciarme y extrañarte son las cosas que eventualmente me haran valorarte, espero vos me te des cuenta de que llegaste tarde a mi rescate.

El tiempo vuela y esto es pasajero, espero que mientras tanto siga formando parte de tu recuerdo, por que sos mi amiga la que tanto quiero.
                                                                      by Rafael Eduardo Rodriguez Bolaños


..."El amor es el silencio más fino, el más tembloroso, el más insoportable. Los amorosos buscan, los amorosos son los que abandonan, son los que cambian, los que olvidan. Su corazón les dice que nunca han de encontrar, no encuentran, buscan"... LOS AMOROSOS by Jaime Sabines

miércoles, 11 de enero de 2012

Reencarnando en el amor

A veces no hay congruencia entre mis sentimientos y los pensamientos que divagan en mi mente. Quisiera Morir por un instante y sentir que si resucito tal vez todo sea diferente.

Es una ilusa sensación de superar y procurar mantenerme al margen del desamor, sin embargo me saturo de una inmensa desilusión al querer afrontar la realidad que dice ya todo acabó.

En algún momento sufrí y viví el vacío de no tener más inspiración, tu ausencia complementaba un punto medio donde no sabia si se trataba del inoportuno desenlace de nuestro amor.

A veces despierto en el sueño que nos unió, miró hacia un rincón de la habitación y anhelo estuvieras para decorarlo con tu creatividad y fantasías llenas de motivación.

Quiero encontrarme con alguien igual a vos, que desgracia saber que en el mundo como vos no hay dos. Seguiré esperando a que llegue la nueva versión de vos, por ahí mi corazón palpite nuevamente de amor.

La parte más difícil de todas es seguir escribiendo lo que siento, imaginando que el desinterés es lo único que te hace recordar lo que nos separó.

Es por eso que tengo fe en la reencarnación, por que esta vida no podemos compartirla más los dos, la oportunidad se dio y ya pasó.

 by Rafael Eduardo Rodriguez Bolaños 

“…But don't you remember?Don't you remember?The reason you loved me before,Baby, please remember me once more,
When was the last time you thought of me?Or have you completely erased me from your memory?I often think about where I went wrong,The more I do, the less I know…”

don’t you remember? By Adele